viernes, 17 de agosto de 2012

Riqueza, recursos y poder: los cambiantes parámetros de la seguridad nacional


La adopción de una política de seguridad econocéntrica conduce casi invariablemente a valorar sobremanera la protección de los recursos… al menos, en el caso de los Estados Unidos que dependen de la importación de materias primas para mantener la eficiencia industrial (Klare, 2003, p. 33).

De acuerdo con la coyuntura mundial histórica, el discurso y los objetivos estratégicos de Estados Unidos (EEUU) han cambiando.

Durante el lapso de la guerra fría (1940-1990) el interés fue crear una serie de alianzas a nivel mundial para derrotar a la Unión Soviética. Una vez que se da la caída del Muro, el interés estratégico se dirige más fuertemente (porque no creo que antes estuviera ausente) a promover la seguridad de la nación y un elemento vital para la seguridad de Estados Unidos es el acceso a las materias primas extraterritoriales.

¿Por qué se da esto? Porque para Estados Unidos, la conservación de su liderazgo mundial estriba en:
(1) una demostración internacional de poderío militar-seguridad (hacerse ver como invencible estando armado hasta los dientes) y
(2) el mantenimiento de su modelo de desarrollo capitalista con una economía robusta y eficiente, para lo cual requiere del acaparamiento y control de la extracción y movilización de materias primas críticas fuera de su territorio.

Así, el acceso de Estados Unidos a recursos naturales (economizados bajo el término “materias primas críticas”) es un tema económico y de seguridad nacional. Sobre todo en medio de una coyuntura mundial donde hay una demanda insostenible de recursos naturales que, por más desarrollo tecnológico, son insustituibles como el agua y el petróleo. Agravando esta situación está la crisis climática y el colapso ecológico.

Se estima que entre 1770 y 1995 producto de la actividad humana, se perdió una tercera parte de la riqueza natural (2003, p. 37). Algunas cifras son:
-       Agua: solamente un 3% es agua dulce (para consumo humano) y mucha está contenida en casquetes polares y glaciares. Y los costos para la desalinización son muy elevados.
-       Bosques: ha desaparecido un 70% del bosque tropical seco, un 60% del bosques de zonas templadas y un 40% del bosque de selva tropical húmeda.

Para Klare “Estados Unidos, como gran consumidor de petróleo, tiene un interés directo en “mejorarel aprovisionamiento energético mundial” (2003, p. 19). Además, es el país que consume un 30% del total materias primas que consumo todo el resto del plantea en un año y su economía depende de estos recursos para seguir la lógica de producción, consumo y especulación para la acumulación capitalista.

Sin un flujo estable y garantizado de materias esenciales, la economía norteamericana no estaría en condiciones de desarrollarse y generar los productos necesarios para seguir manteniendo la competitividad estadounidense en los mercados mundiales” (Klare, 2003, p. 26)

Así, para controlar las zonas donde se ubican los recursos estratégicos (sea tierra firme o zona marítima), EEUU realiza inversiones en la industria de la guerra y despliegues militares. De acuerdo con el autor, estos espacios claves a nivel geoestratégico están expuestos a disturbios políticos, conflictos y guerras sobre todo si los recursos se ubican en territorio compartido por varias naciones o son zonas en disputa como lo que ocurre con las zonas marítimas. ¡No vaya a ser que a alguien se le ocurra restringirle el acceso a los recursos! Eso sería su colapso.

Para el control de estas materias primas críticas (como el petróleo, gas natural, minerales y agua, entre otros), los desarrollos a nivel tecnológico y de ingenierías de la información han permitido elaborar modelos complejos a nivel geoestratégico de ubicación de dichos recursos.

Un ejemplo de las intervenciones de EEUU es la operación Centrazbat 97 (sur de Kazajistán) con el despliegue de la división aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos. El mismo fue justificado bajo un discurso oficial de protección y apoyo a zonas en posible conflicto.

Lo interesante de esta operación es que no era un ejercicio habitual, por las siguientes razones (2003, p. 18): (1) fue la operación aerotransportada más grande de la historia, (2) primer despliegue de fuerzas aéreas norteamericanas en una antigua república soviética y (3) primer caso de “cooperación militar” directa de EEUU con los países recientemente independizados de la región del Mar Caspio.

Este último punto es muy importante a nivel geoestratégico para EEUU, pues la cuenca del Mar Caspio alberga aproximadamente 270 mil millones de barriles de petróleo y 19 billones de metros cúbicos de gas natural; es decir, 1/5 parte y 1/8 parte de las reservas mundiales confirmadas respectivamente !!!
De ahí, el interés de EEUU por un control geoestratégico de la zona.

Sin embargo, los discursos solapados, de presidentes y altas autoridades del Estado norteamericano, se han ido transformando en discursos directos.

En ellos, se asume ante la opinión pública internacional el interés de Estados Unidos en zonas geoestratégicas, para la extracción de materias primas críticas y el control de las rutas comerciales por donde transitan estos recursos (desde sus sitios de origen hasta las zonas de procesamiento industrial y distribución).

Por eso, se invierte en una programación social para que la opinión pública “respalde la necesidad que tiene su gobierno de intervenir militarmente para acceder a esas materias primas”.

Otras áreas de geoestratégicas mencionadas por el autor son: el mar de China meridional (por reservas de petróleo y gas natural), el Nilo (por el agua), zonas boscosas, zonas ricas en minerales.

Finalmente, vemos como Estados Unidos con el objetivo de mantener su posición hegemónica se empeña en mantener a fuerza de armas el acceso a los recursos que su mismo modelo de desarrollo se ha encargado de destruir.

Y con ello no conseguirá más que la destrucción de la vida y por ende su autodestrucción, no sin antes hacer sufrir, perecer, aniquilar y aplicar un genocidio sin límites.

Referencia:
Klare, M. (2003). “Riqueza, recursos y poder: Los cambiantes parámetros de la seguridad mundial”. En Guerra por los recursos. El futuro escenario del conflicto global. Trad. Bravo, J. Barcelona: Ediciones Urano. 

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