lunes, 27 de agosto de 2012


Comunidad de Longo Mai: producto de un mal desarrollo o expresión de buen vivir

 “…No hay nada mejor que imaginar otros mundos para olvidar lo doloroso que es el mundo en que vivimos. Por lo menos, así pensaba yo entonces. Todavía no había entendido que, imaginando otros mundos, se acaba por cambiar también éste.” (Humberto Eco)

Contextualización
Longo Mai es un movimiento de origen europeo que nace a finales de la década de los sesenta en respuesta a los acontecimientos de mayo de 1968 en Francia y su protesta contra la sociedad de consumo y deplorables condiciones de trabajo que ya se experimentaban en muchos sectores productivos en aquellos años. El movimiento materializó su propuesta en la creación de una comunidad autónoma y autosuficiente, en un principio instalada en distintos países europeos (Austria, Alemania, Suiza y Francia).

La cooperativa conformada desde su constitución decidió como parte de sus proyectos sociales comprar una finca de 900ha aproximadamente en Costa Rica, ubicada en el límite entre el cantón de Pérez Zeledón y Buenos Aires. Esta medida fue tomada como forma de ofrecer un espacio de asilo político a muchos centroamericanos que se encontraban inmersos en el conflicto armado en sus países de origen. Lastimosamente la mayoría de los escenarios de guerra tomaron lugar en zonas rurales, lo que hizo que la población forzada a movilizarse fuera en su mayoría campesina y sumamente susceptible a los efectos que trae consigo el desarraigo. Longo Mai en este sentido ofreció un espacio bastante similar al que estas personas estaban acostumbradas, dándoles la oportunidad de vivir en un lugar sin tanta violencia y continuar trabajando la tierra.

La mayoría de las personas que fueron acogidas en aquel entonces provenían de Nicaragua y El Salvador, luego del triunfo sandinista mucha de la población nicaragüense decidió regresar, al igual que muchos salvadoreños, sin embargo muchas de las familias salvadoreñas decidieron establecerse de forma permanente. Doña Edith, una de las refugiadas salvadoreñas de aquellos años recuerda con inmenso dolor y tristeza lo difícil que fue para ella abandonar su país y dejar atrás a la mayoría de su familia, sin embargo también reconoce la satisfacción y alivio que sintió al llegar a Longo Mai.

Actualmente la comunidad cuenta una población aproximada de 400 personas, entre  salvadoreños, nicaragüenses, europeos y costarricenses. El lugar mantiene una disposición espacial bastante sencilla, existen dos pulperías, una escuela primaria, dos iglesias (católica y evangélica) y un salón comunal, no existe un centro o cuadrante clásico con los servicios presentes de muchas localidades nacionales sino que más bien sigue una lógica lineal de distribución sobre la calle principal y usualmente única.
Siguiendo la filosofía del movimiento de Longo Mai, la comunidad se abastece de producción propia de frijol, maíz, arroz, yuca, plátanos, bananos, plátanos, carne, leche, huevos, frutas, entre otras. Cuenta también con el ingreso de la venta externa de café y caña de azúcar y del turismo de tipo rural comunitario. Las fuentes de trabajo externas realmente son escasas y casi que limitadas a trabajar en Pindeco.

El manejo que se la da a la finca permite a las familias presentes trabajar la tierra y construir vivienda, sin embargo éstas no adquieren los derechos de propiedad sobre los terrenos concedidos. El tema de la propiedad de las tierras históricamente ha sido un rasgo característico y controversial del lugar, algunas de las familias que visitamos decían haber pagado por el terreno a donde vivían pero también se declara que nadie en Longo Mai es dueño de su pedazo de tierra. Se conoce además que han existido episodios recurrentes de toma ilegal de terrenos a los alrededores de la finca.

La visita a Longo Mai definitivamente despierta miles de interrogantes, ya que es una realidad en apariencia sencilla pero rodeada de complejidades. En este ensayo quisiera centrarme en una idea que ha dado vuelta en mi cabeza desde que visitamos la comunidad y es si esta comunidad es resultado de la suma de variables producto de un mal desarrollo o más bien en contraposición expresión de un buen vivir.

Subsistencia como único modo de vida

La finca de Longo Mai se encuentra inmersa dentro de una región con limitaciones importantes en cuanto a la diversidad en sus medio productivos, en el paisaje a simple vista se destacan y pueden enumerarse tres cultivos principales: piña, caña de azúcar y café. El cultivo de la piña es el dominante y esto como es conocido se debe a la presencia de la empresa transnacional Pindeco. Por muchos años, esta empresa ha ido apoderándose de grandes extensiones de tierra tanto en la Zona Norte como Sur de nuestro país, la explotación de los suelos en aras del maxificar los índices de producción de este monocultivo ha tenido consecuencias devastadores para los distintos ecosistemas que ido arrasando a su paso. La compra de tierra a pequeños propietarios ha establecido una transformación paulatina de estos campesinos a asalariados de la transnacional. El agotamiento de los suelos y la contaminación de fuentes de agua hacen que cada vez más sea dificulte poder trabajar otro tipo de cultivos menos abrasivos.

Desafortunadamente y muy a pesar del impacto negativo de la presencia y funcionamiento de esta empresa, ésta figura casi como la única fuente de trabajo. La industrialización de la producción ha disminuido cada vez más el número de mano de obra necesaria, provocando que a pesar de que constituya como la única opción laboral, ésta sea también escasa. Buena parte de la población debe complementar su sustento diario con la vinculación a actividades del sector informal. Elizabeth Tinoco, Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, comenta en el último informe Políticas de Mercado y Pobreza Rural en América Latina que …la gran cantidad de personas que trabajan en condiciones de informalidad en el sector rural nos indica la presencia de un importante déficit de trabajo decente en nuestra región, pues significa que se ganan el sustento en condiciones precarias, sin seguridad ni derechos y con bajos salarios”.

Para muchas familias campesinas ante estas condiciones precarias la subsistencia pareciera ser el único modo vida. Rescatando el hecho de que cultivando sus pedacitos de tierra muchas de ellas reproducen y mantienen su forma de ver y convivir con su entorno, existe también la realidad de que esta representa la única forma de contar con el sustento diario para los miembros de sus familias. Los problemas estructurales presentes contextos como Longo Mai: patrón de crecimiento orientado a la empresa privada, ausencia en el seguimiento por parte de instituciones públicas, precariedad en los empleos, inequidad en el acceso de las oportunidades, entre otras, dan muestra de cómo señala Acosta (2010) que el mal desarrollo no puede ser explicado por versiones monocausales sino por el contrario implican una situación de complejidades múltiples.

Comunidades como Longo Mai e infinidad de muchas otras en nuestro país pueden ser tomadas como micro cosmos de análisis, unidades donde se resumen y logramos visualizar muchas de las consecuencias y resultados de procesos históricos en dónde no primaron los intereses y el bienestar de la mayoría de la población, decisiones que definitivamente en discurso prometieron abundancia y crecimiento pero que olvidaron mencionar que sólo iban a ser concedidas a pocos.

Larga vida: un modelo alternativo de convivencia

A pesar de las dificultades estructurales que enfrenta Longo Mai, ésta parece contar particularidades positivas interesantes de lo que a mí parecer podría considerarse en contraposición también una expresión en construcción y muy auténtica de la concepción de buen vivir. Conceptualizado como un movimiento contra hegemónico desde sus inicios la comunidad Longo Mai internacional ha ofrecido la oportunidad de construir un modelo de convivencia alternativo, en el contexto europeo representando una opción más dentro de muchas y para el caso costarricense la única opción para muchos, sin embargo con el común denominador en ambas de convertirse en una expectativa de vida diferente.

Como es señalado por Leonardo Boff (2009) “…el buen vivir apunta a una ética de lo suficiente para toda la comunidad, y no solamente para el individuo. El «buen vivir» supone una visión holística e integradora del ser humano, inmerso en la gran comunidad terrenal, que incluye además de al ser humano, al aire, el agua, los suelos, las montañas, los árboles y los animales…” La población de Longo Mai parece dar muestra de que existe una conciencia comunitaria importante, encontrando en ella sentido y propósito de muchas de las decisiones y proyectos que realizan en el lugar. El intercambio de alimentos, las iniciativas de interés común como UNAPROA, los espacios que promueven ese compartir entre personas y el intercambio de saberes entre locales y los extranjeros que constantemente se genera en el lugar evidencian ese sentido de comunidad presente.

Un rasgo de recalcar también y muy relacionado con esa concepción de buen vivir es el vínculo que se establece con la naturaleza, las personas con las que se tuvo la oportunidad de compartir durante nuestra visita, dieron muestra de que en ellos y ellas existe una relación cercana con su entorno natural. Al ser personas que diariamente trabajan en convivencia directa con la tierra, conocen muchos de sus ciclos, de sus momentos y del valor que tiene cada producto que nace de su buen cuido. Creo que al ser muchos declarados como campesinos y campesinos, nacen o toman en el camino cierta conciencia del papel trascendental que cumple la naturaleza en lograr tener su sustento diario, encontrando en ella más allá que alimento, medicina, trabajo y de alguna forma admiración.

Longo Mai al igual que muchas otras comunidades rurales de nuestro país enfrenta problemas en múltiples esferas de su realidad, como por ejemplo: conflicto de intereses en sus organizaciones comunales, pocas actividades de esparcimientos para los jóvenes, acceso limitado o lejano de centros de atención primaria en salud, impotencia ante el funcionamiento corrupto de una empresa y daños ambientales entre otros. Sin embargo y sin caer en la idealización del lugar, la comunidad o gente, Longo Mai definitivamente cuenta con rasgos de una comunidad que como define Sen (2010) genera riqueza con el simple hecho de tomar la decisión de escoger un camino que amplía sus capacidades a pesar de las adversidades presentes de contexto del que formar parte. La riqueza de Longo Mai no está en el capital económico sino en su capacidad de adaptar su realidad en principio forzada pero actualmente elegida a sus necesidades, “…en palabras de Marx, se trata de ‘sustituir el dominio de las circunstancias y el azar sobre los individuos, por el dominio de los individuos sobre el azar y las circunstancias’” (Acosta, 2010).

Capacidad de imaginación como indicador de cambio

Luego del debate en tratar definir cuál categoría o conceptualización era la más cercana con la realidad que superficialmente conocimos, ilusamente tal vez decidí creer que quizás en Longo Mai existe un mal desarrollo que paulatinamente se transforma y reconfigura constantemente en un buen vivir, lleno de imperfecciones pero auténtico y consciente. Creo que el primer buen paso en esta iniciativa desde sus inicios fue confiar en su capacidad para imaginar y dotar de acciones a esas ideas, como apunta Castoriadis “… esta capacidad de imaginación siempre se manifiesta como sueño o como enfermedad, como contestación o como desviación. Pero si encuentra la forma de relacionarse colectivamente y se dota de un proyecto social articulado, se vuelve potencia creativa, “imaginario social constituyente”…”

En el caso de Longo Mai en nuestro país creo que la prolongación y seguimiento de ese primer paso se combina con la voluntad de sus habitantes de salir adelante, es casi como si se aferraran a no dejar de dar la lucha a pesar de las adversidades.

Bibliografía:

ACOSTA, Alberto (2010). Sólo imaginando otros mundos, se cambiará este. 
En: http://opsur.wordpress.com/2010/09/09/solo-imaginando-otros-mundos-se-cambiara-este/


BOFF, Leonardo (2009) .Vivir mejor o “el buen vivir”. 

CARMEN, Raff (2004). “Maldesarrollo: dar cuenta conceptual de los conceptos”. En Desarrollo autónomo. Humanización del paisaje: una incursión en el pensamiento y la práctica radical. Trad. Saxe, E. Heredia: EUNA. Pp. 35-54.

CACCIARI, Paolo (2010). “Decrecimiento como antídoto a la crisis”, “Decrecimiento como desmaterialización”, “Decrecimiento como desmercantilización”, “Decrecimiento como proyecto de autogobierno, “Decrecimiento como acción política”. En Decrecimiento o barbarie. Para una salida noviolenta del capitalismo. Trad. Puddu, S. Barcelona: Icaria Editorial. Pp. 93-121. 

FAO, OIT y CEPAL (2012) Informalidad y precariedad en el empleo, factores clave de la pobreza rural en América Latina

SEN, Amartya (2000). Desarrollo y Libertad. España: Editorial Planeta

WILLETTE Luc (1993) Longo Mai. Vingt d'utopie communautaire. París: Syros
Spendlingwimmer, Jiri (2008) El impacto negativo del etnocentrismo de los cooperantes internacionales en las ONG´s del sur de Costa Rica Tesis Magister der Philosophie.Universitat Vien. Disponible en: http://www.vida-nueva.co.cr/doku/tesis_esp...pdf





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