sábado, 30 de junio de 2012

Resumenes de lecturas

Auschwitz, ¿comienza el siglo XXI? Hitler como precursor.
Autor: Carl Amery.
Estudiante: Arnaldo Gamboa Madrigal.
El capitalismo como sistema económico está basado en un modelo de crecimiento demencial y excluyente, entendidas ambas caracterizaciones como la búsqueda ilimitada de la riqueza hasta llegar a niveles críticos, así como en segunda instancia, controlada desde su origen por una minoría capaz de hegemonizar las condiciones materiales de su reproducción, generando desde la misma una base gerencial económica y política basada en la marginación de la mayoría, con el objetivo de monopolizar los recursos y las ganancias.
Sin embargo dicha lógica ha propiciado una constante crisis dentro del modelo capitalista, a partir de lo cual las condiciones de reproducción material de la sociedad sea socavado y ha conllevado estadios de crisis social. Dentro de la misma la ascensión de gobiernos de corte totalitario como el nazismo, se entienden dentro de la lógica de una desestructuración social, en la cual las colectividades nacionales pierden su rumbo y los individuos se hayan en un mundo que pierde sentido, esto a partir de la cosificación de la cual han sido objeto dentro de la lógica de formación ideológica propia del capitalismo.
Es a partir de lo anterior, que el nazismo surge como una respuesta al desaliento de la sociedad alemana y su pérdida de visión de futuro y de valor humano para sus conciudadanos. Pero esta noción de esperanza, se basa en la culpabilidad de las razas que se consideran culpables de la crisis germana, ya que a pesar de que Hitler hegemoniza, jamás reconoce al capitalismo como la base de la debacle alemana, ni mucho menos del hecho de que dicho modelo convierte a las personas en desechos cuando dejan de ser funcionales a sus intereses.
En la actualidad el mundo vive una doble crisis sistémica, a saber una estructural del sistema capitalista, a la que se une una medio ambiental generada por una concepción de desarrollo ilimitado, en la cual se ha basado dicho modelo productivo como mecanismo para ese incesante crecimiento y acumulación de riqueza en un grupo reducido de corporaciones y de naciones.
El estado actual de cosas, unido a un rápido deterioro de las condiciones del medio determinan que la lucha por el medio estará muy pronto en el tapete de la cotidianeidad, con lo cual se retomará un discurso de la selección natural, basado en las personas y pueblos más óptimos para hegemonizar en el mundo y sobrevivir a la catástrofe. Pero dicho proceso planteará un discurso de élites donde se culpará a los pueblos barbaros e incultos que por su pobreza, analfabetismo, políticas desenfrenadas de natalidad, entre otras han llevado al mundo al casi colapso; por lo que las civilizaciones modernas estarán destinadas a  tomar las riendas de la humanidad y a pesar del coste humano y social que generar las condiciones de salvaguarda de la especie, donde claro está la condición étnica y económica determinará a los elegidos para ser salvados de la destrucción total.
Es interesante que a pesar que desde mediados del siglo XIX existe una posición contraria al discurso capitalista, en síntesis es un discurso político occidental surgido en círculos intelectuales europeos, anglosajones o de clases poderosas de los países periféricos, los cuales a pesar de sus consideraciones no contradicen en la base el modelo de producción y desarrollo ilimitado del capitalismo; o que en contraposición han cambiado su discurso de lucha de clases por uno ecologista, en muchas ocasiones ambiguo. El problema real es que dentro de un posible panorama apocalíptico o de caos total, desde su posición hegemónica o de clase a que intereses responderán, teniendo en cuenta que el recuento total de acontecimientos históricos, muchas veces los ha puesto en posiciones muy cómodas, alejados de una activa militancia social y popular.
De igual manera, las condiciones de vida plantean un mundo donde la vida y la potencialidad de las personas se basa en lo que los estándares occidentales determinan como exitosos, o como las medidas óptimas para la felicidad y el pleno desarrollo como humano. Por ello es que se es exitoso desde la capacidad de acumulación de artefactos suntuarios, caros y lo más dificultoso efímeros, lo cual satura a nuestro mundo de toneladas de desecho tecnológico súper contaminante, por la imperiosa necesidad de representar un modelo de persona virtuosa. Junto a ello, la sociedad ha iniciado desde la década de los setentas a determinar como personas desechables e improductivas a aquellos que llegan o sobrepasan los cuarenta años, generando una escala de desempleo que perjudica a una generación que queda al margen de los esquemas productivos, en un mundo donde la existencia humana está determinada por la capacidad de generar recursos económicos para consumir, por lo cual se aísla al sujeto ya alienado, el cual se convierte o en un lastre, como lo consideran los teóricos macroeconómicos.
Pero consideremos esa realidad para millones de seres humanos en el mundo que no acceden a los recursos mínimos del mudo, viven alejados de los medios que consideramos básicos para una óptima vida y para los cuales las agencias de los países del primer mundo están viendo a ver como logran desaparecer. Porque a pesar de los grandes discursos del primer mundo, de las organizaciones no gubernamentales, de las agencias de cooperación y de los ambientalistas, el discurso creado desde el primer mundo, porque todas las grandes corporaciones de salvamento del mundo y de los derechos humanos son creadas en gran medida en los países ricos, lo que nos dicen es que una gran parte de la humanidad pobre es culpable del desastre del planeta, y en la base de toda su parafernalia está la eliminación de seres humanos, no de la pobreza y sus graves consecuencias.
Es parte de un discurso que aunque responsabiliza a las corporaciones, no plantea cerrar las fábricas o cambiar sus formas de vida y convertirlas en más sanas con el medio, siguen consumiendo, viajan a costa de los pobres del mundo gastando los fondos para el desarrollo, se hospedan en las grandes corporaciones hoteleras, comen frutas sembradas en las plantaciones donde laboran seres humanos utilizados como bestias de carga, usan rompa de manta folk producida en la India o Bangladesh por niños(as) en edad escolar. Hay un discurso de mierda que no se acompaña con una realidad práctica.
Cómo los ricos destruyen el planeta.
Autor: Hervé Kempf.
Estudiante: Arnaldo Gamboa Madrigal.
Estamos ante un período de la existencia del planeta donde todos los indicadores nos determinan que nos acercamos a una nueva era de extinción de especies, donde la nuestra está en la primera línea de desaparición, esto provocado por el desarrollo a partir de mediados del siglo XIX de un modelo económico basado en un ideal de progreso material ilimitado, basado en una alta tasa de contaminación del medio.
Lo interesante de esto se debe a que por las características propias de las actividades humanas basadas en un modelo extractivo para la industria y el progresivo aumento de este, estamos ante el hecho de que nuestro planeta se encuentra en una etapa que centuplica las posibilidades de colapso total. Es indiscutible que el modelo de producción fabril basado en el uso de combustibles fósiles ha generado una fuerte acumulación de sustancias contaminantes que al quedar encerradas en la atmósfera han provocado un progresivo calentamiento del globo terráqueo. Sin embargo, el problema no radica en la condición actual, sino en el hecho de que a pesar de que estamos claros de la situación tan riesgosa que vivimos, los responsables de la producción mundial están más preocupados por mantener sus ganancias y descubrir nuevas formas para obtener materias primas y fuentes de energía, que por revertir los males de la humanidad.
Lo interesante es que estamos claros de las necesidades por las que atraviesa el planeta, así como si las condiciones climáticas cambian y se dan grandes tormentas tropicales o tifones; así como un aumento de las sequías y pérdida de las zonas agrícolas, entraríamos en una ecuación de afectación de las líneas de producción, esto por el impacto directo de los desastres climáticos en los grandes centros productivos del mundo que se hayan frente a los océanos o mares, así como de las plataformas de extracción de petróleo presentes por ejemplo en el mar del Norte o en el Golfo de México, como para dar un par de ejemplificaciones. Pero junto a ello, una gran parte de la humanidad se verá acorralada por la falta de agua y alimentos y con ello se generará un caos, que como tal confrontará a la especie humana con su futuro.

lunes, 25 de junio de 2012


El diario rojo de las Américas
“No perdamos nada de nuestro tiempo;
quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro.”
Jean Paul Sartre

En la Ciudad de Brasilia, en la tarde rojisa por los gases de algún día, de algún mes, de los que se cree es el 2030 se encuentra un historiador, Manuel Castañeda en la Base Militar Lula Da Silva buscando indicios de lo que fue la humanidad antes de la “Época del caos” que inicio el año 2015, cuando en uno de los cuarteles, indagando en los diferentes rincones encuentra en los archivos un pequeño diario con tapa roja.  Terminada su expedición del día regresa a su refugio, una pequeña casa, lúgubre, húmeda, perdida en el tiempo y más importante aún, entre miles de documentos recolectados en sus expediciones anteriores. Sentado en  el pequeño escalón que se encuentra a la entrada de su refugio, iluminado por las pocas estrellas visibles de la noche inicia la lectura del diario. Mira con sospecha su nuevo tesoro, una pieza más del rompecabezas que fueron los últimos años de la decadencia del poderío humano occidental y capitalista, aquellos años de incertidumbre y guerra, que él, justamente intentaba comprender a través de sus lecturas y de sus hallazgos arqueológicos, que no hace más de 2 décadas, eran la punta de lanza de la tecnología.

Las páginas que lee ahora, pertenecen al diario personal del Cabo Primero Carlos Rojas, quién ocupa el rango, en algún pelotón del Ejército Colombiano y sus descripciones iniciales, no son nada alentadoras y no envidia a quienes vivieron la caída de la llamada “Era de la Tecnología”.

 Continúa la lectura del diario, siente ansiedad, miedo y un poco de esperanza, pues a través  de su estudio busca reivindicar la raza humana, con todas sus contradicciones, patologías y fobias absurdas. Logrando a partir de las condiciones y de la historia, llegar a la ansiada Utopía del ser humano responsable e inteligente.

“3 de diciembre 2014.
Hoy los noticieros anuncian la caída de Wall Street, hablan de índices, acciones, bonos y otras palabras que no sé que significan, lo que sí se y lo confirman unos expertos en las noticias es que Estados Unidos, ha perdido el poder económico que tenía y que pronto, le seguirán Europa, el resto de América y de no actuar rápido el resto del mundo. La crisis de los años 30, de la que tanto oír hablar en la secundaria, ahora, parece que fue solo un juego de niñas en el patio de un convento de monjas Carmelitas, que la Segunda Guerra Mundial fue solo un entrenamiento militar con palos y resorteras o que aquel grupo de “indignados” de hace un par de años no fueron mas que unos niños de primaria enojados por que les quitaron los dulces en el recreo”.

-Recuerdo a los “Indignados”- piensa Manuel- aquellos grupos de estudiantes, ciudadanos, personas de ideales, que buscaron dar un cambio al sistema mundial, de lograr la democracia destituyendo dictadores, que parecían milenarios. Recuerdo las noticias de la toma de las plazas, parques, castillos, palacios de gobierno, primero cayo Medio Oriente, luego España, Nueva York, Londres, Centro América tuvo sus episodios, sin embargo, los gobiernos cayeron de nuevo en las manos de “Fascistas”, “Militares” y “Hombres Fuertes”; todo empeoró desde ahí-
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“21 de Febrero de 2016:
Hoy las temperaturas sobrepasaron los 40 grados. Cada vez es más difícil conseguir agua en medio de la escasez. Esto ha obligado a los Gobiernos a formar regimientos para proteger el agua, tanto dentro como fuera de las fronteras, y ha logrado que algunos países consiguieran hacerse de las últimas fuentes de agua potable, gracias a que Colombia ha sido uno de ellos y mi actuación en los conflictos, se me ascendió a Sargento Mayor. En tan solo lo que va del mes, 50 personas han perdido su vida por deshidratación, sumando diez más en comparación con el mes pasado; 23 más en los enfrentamientos armados, todos civiles, que buscaban una ración extra de agua.

El canibalismo se ha vuelto una práctica común en las aldeas más alejadas de los países africanos. Cada día la comida se vuelve más y mas cara. Mientras tanto de este lado del mundo se viven las mayores inundaciones de los últimos tiempos, cientos de hectáreas de granos han sido barridas por los huracanes en el norte de América y las hambrunas han desencadenado migraciones masivas en búsqueda de nuevos recursos lo extraño, es un aumento en las migraciones del norte al sur, porque aunque hemos sido afectados, tenemos terrenos fértiles y no dependemos tanto de los procesos industrializados lo que nos ha dado cierta ventaja.

¡¡¡Hijo de puta!!!- grita Manuel con todas sus fuerzas al cielo, recuerda a su madre abatida en las calles de Brasil, tras haber participado en una marcha para pedir al Gobierno levantar las raciones de agua, se imaginaba este soldado, siendo quien le disparaba, las medidas que se habían tomado en aquellos años en toda América eran marciales y de cero tolerancia hacia la rebeldía. Decide dejar el libro de lado por ahora, tiene mucho que procesar.

Tras una noche en vilo, pues mucho no pudo dormir, no dejo de pensar en su madre, su vida de niño, los pocos recuerdos que le quedan de los años antes del Caos, en el Sargento Mayor Carlos, en la humanidad, su pasado y su futuro. Busca el pequeño libro rojo y continúa dispuesto llegar al final.

“24 de diciembre de 2016:
Tras varios meses de conflictos en algunos puntos calientes de la región americana se ha anunciado hoy por parte de los presidentes de Estados Unidos, Costa Rica, Brasil y Venezuela el establecimiento de un sistema de integración de las Américas, como en algún momento lo pensará el libertador Bolivar, para enfrentar el colapso que se ha derivado de las múltiples crisis que generó el capitalismo salvaje y sangriento que ha desgarrado a las economías del planeta.

Hoy recibí un comunicado informándome que debo de regresar a mi país. Inglaterra invadió Argentina por el conflicto limítrofe entre ambas naciones por las Islas Malvinas, lo cual es considerado una agresión a la soberanía regional, por lo cual se conformará el Ejército de Liberación Regional de las Américas (ELRA) y he sido llamado a servir en este.

A un mes de mi regreso a América mis recuerdos de lo que deje atrás hace unos años no coinciden con la realidad que aqueja hoy nuestros territorios. A las 14:23 minutos del día 11 de setiembre hemos  sido trasladados a la base militar Arias-Sánchez para un entrenamiento en nuevas armas de alta tecnología, hasta hace poco desconocidas, provenientes de China el nuevo líder militar. Nuestro quinto día de entrenamiento fue suspendido debido a fallas en los sistemas informáticos, pues los recursos hidroeléctricos y petroleros cada día escasean mas, la tecnología ha dejado de ser un bien común a uno de lujo y solo los gobiernos y sus ejércitos tienen los recursos para hacerlos funcionar.

La antigua potencia político-militar atraviesa sus peores años. El asesinato de la presidenta Hilary Clinton en manos de grupos subversivos alineados con los grupos narcotraficantes que se han hecho al poder en México, confirman el debacle de la principal hegemonía de los últimos tiempos. La quiebra total de la economía estadounidense y la inestabilidad política obliga a millones de ciudadanos a migrar al sur del continente. Ante esto los líderes del Sistema de las Américas  (SAS) han adoptado medias restrictivas en sus fronteras con el propósito de obstaculizar el ingreso de los nuevos migrantes en búsqueda de mejores condiciones.”

Una gota de sudor frío corre por la espalda de Manuel, lo que lee, un vistazo de primera mano a lo que fue la “época del caos”, todos los movimientos geopolíticos que se dieron en las primeras décadas del siglo XXI, han sido como ningún otro en la historia de la humanidad. Una última página queda por leer…

“14 de marzo de 2025:
Hoy fui reasignado a servir al ejercito panárabe en la “guerra santa”, Árabes y americanos, luchando contra las fuerzas opresoras de una devastada y desesperada Europa y un agonizante Israel, que buscan hacerse de los últimos yacimientos de petróleo del mundo. Pero antes de embarcarme hacia Oriente, me llega una carta, Inteligencia ha encontrado un grupo de filántropos, científicos, intelectuales y humanistas, que se están reuniendo clandestinamente en Brasil para crear una nueva humanidad, he de delegar el seguimiento a mi subalterno, el Comando Palestina me espera.

300 millones de chinos han muerto debido a la epidemia Ramsun 25, enfermedad que afectaba el sistema neurológico provocando la muerte instantánea.”

-Una última página…pero ¿que ha sido del General Rojas?-se pregunta Manuel- no tiene sentido, un diario tan completo, escrito religiosamente y de pronto nada y sin embargo, un grupo de humanistas para redimir al hombre, he de buscarlos, están en Brasil, debo encontrarlos!-
una nota cae al suelo, en ella se lee:

-------Sistema de las Américas, Comando Medio Oriente--------
Señora Lucia de Rojas, es para nosotros doloroso informarle que el General Carlos Rojas fue abatido el 15 de Mayo del 2025, librando una batalla en los límites de Palestina.
 Por este medio, se le otorga la Medalla al Honor de los Caídos en Combate
----última línea----

Karen Chacón
Stella Saenz

domingo, 24 de junio de 2012

CUENTO

Netemachilispan

                         “Qeremos uma justica social que combine com a justica ecológica.
                                 Uma ñao existe sem a outra”
                                       - Leonardo Boff-


  “Apep no venció a Ra; Apophis no impactó a la Tierra. Tampoco la estrella apocalíptica. La destrucción vino del alma y se materializó.  Ya Tatanka Yotanka lo había dicho “El Gran Espíritu un día se enfurecerá y la tierra conocida desaparecerá; el merecido castigo del hombre blanco””.

Itzayana, conocía muy bien la historia, miró distraída por la ventana, el verdor siempre la maravillaba, era hija de un sobreviviente de la extinta cultura norteamericana, ya su padre le había contado en múltiples ocasiones sobre la decadencia del imperio; consumismo obsceno, obsolescencia programada…
De pronto una voz ronca y varonil la sacó de sus pensamientos.
-          Kamisaki
Se incorporó y vio que se trataba de su amigo Pedro.
-          Waliki. Jumansti.  Le respondió ella antes de que la profesora de aymara comenzara la segunda clase del día.
-          Yo también, estoy bien, le contestó él.

Caía la noche, una brisa fresca corría y traía el aroma de la tierra mojada. -La protección del santuario, la siembra de árboles en la vertiente oeste, son tareas en las que se ha trabajado duro, enfatizó Otávio.
- La próxima semana mi barrio se encargará de la cosecha. Realizaremos la distribución de los productos en la sede de la cooperativa tres días después, recordó  Ester.
- ¿Algún voluntario para dar las clases de agricultura inicial a los niños de nuestra área? Había muchas manos levantadas. Mientras tanto Itzayana  repasaba las frases de los rótulos que colgaban de la pared. “Pan para hoy y pan para mañana”, era la filosofía de “Sumak Kawsay”. Siempre le había encantado asistir a la minga, era la única estructura social que conocía, movilización comunitaria, participación y compromiso…
En el pasado había quedado claro que la ciencia no podía predecir el avance de la Madre Naturaleza. Ricos y pobres de antaño estaban en la misma situación; sólo habían sobrevivido quienes habían logrado adaptarse.

De regreso a casa. Amor, paz y compañía. Bebieron un té de hierbas a la luz de las velas, cobijadas por la oscuridad de la noche, relajadas por el canto de los grillos se contaban sus inquietudes. Sentimiento de estar bien, hogar…

Encienden la radio. En las noticias… En las comunidades más pobladas del continente continuaban las protestas violentas de los inadaptados al sistema. A veinte años del colapso ecológico, algunos hijos de Latinoamérica comenzaban a recuperar su naturaleza destructiva y vil. Itzayana recordó las historias de su padre. ¿Acaso “Netamachilispan” estaría llegando a su fin? Sintió terror y un frío le recorrió la espalda.
Miró a su madre, quien la consoló sin palabras.


                                                    Nuria Rodríguez Vargas
                                                    Heredia, junio de 2012

sábado, 23 de junio de 2012

Brutal honestidad de presidente de Uruguay sorprende en discurso de cumbre Río+20

“¿Qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para respirar? ¿Es posible hablar de solidaridad y que estamos todos juntos en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?”, fueron algunas de las interrogantes que dejó a la conciencia del mundo.



viernes, 22 de junio de 2012

ANALISIS CRÍTICO DEL INFORME LUGANO


UNIVERSIDAD NACIONAL
INSTITUTO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
IDELA
22 de junio del 2012

CURSO: Desarrollo regional: Visión prospectiva
Profesor: BRYAN GONZALEZ H.
Estudiante: Alfredo Sáenz Chamorro

ANALISIS CRÍTICO DEL INFORME LUGANO
(Análisis parcial del libro a partir de capitulo 7, LOS FLAGELOS)

Todas las fuerzas siniestras representadas por los jinetes son poderosas realidades hoy también; esta imagen jinetesca ha sido una constante en la historia de la humanidad.
A principios del siglo pasado prevalecía una confianza muy optimista en el progreso humano, y muchos esperaban que este sería el siglo delo desarrollo. En ese tanto el presidente Wilson de los Estados Unidos, declaro que la primera guerra mundial era “la guerra para terminar las guerras”. Sin embargo resulto todo lo contrario.
Así lo testimonian las dos guerras mundiales más crueles en toda la historia humana; una sangrienta guerra civil en Rusia, otra en España; una hecatombe atómica sobre Hiroshima y Nagasaki; las guerras de Corea y Vietnam; las brutales dictaduras en América Latina, con la Doctrina de Seguridad Nacional, e innumerables luchas armadas de liberación alrededor del mundo. Con la caída del bloque soviético, después de casi medio siglo de “guerra fría” y “guerra de baja intensidad”, se saludo con ferviente entusiasmo el “nuevo orden mundial”, que pronto se convirtió en mas guerra, conflictos regionales y tribales, limpieza étnica: Bosnia, Somalia, Ruanda, Irán e Irak, y la cruel y sádica guerra del golfo pérsico. Para muchos el siglo 20 se ha parecido mas a la gran tribulación, que al “milenio” de paz que se esperaba.
En el transcurso del siglo 20 se transformo cualitativamente la naturaleza de la guerra. En la primera guerra mundial se introdujo el bombardeo aéreo no solo de objetivos sino también de la población civil. No puedo olvidar que en mi país Nicaragua en la década de los años 30s los aviones del imperio yanqui en la lucha contra Augusto Cesar Sandino realizaron los primeros bombardeos en América Latina contra pueblos indefensos: Chinandega y Ocotal.
A finales de la segunda guerra mundial el mismo imperio lanzo bombas atómicas sobre ciudades Japonesas a las que sometió a un cataclismo o infernal con consecuencias hasta el día de hoy. En este proceso genocida del imperio yanqui se destacan dos consecuencias relacionadas entre sí.
a.      La guerra se despersonaliza ya que las víctimas de los ataques siempre son invisibles, los aviadores que ejecutan los bombardeos  nunca son conscientes del sufrimiento que causan en la tierra, ellos han dicho que su tarea es concentrase en las ordenes que reciben y en como escapar del fuego enemigo.
b.      La guerra moderna involucra a todos en sus acciones, ya que todos pueden ser víctimas o potencialmente enemigos.
La guerra siempre ha sido un magnifico negocio, ya vimos como la segunda guerra mundial fue una de las principales causas de recuperación en la economía de USA después del colapso económico de 1929.
En el siglo pasado la industria de la guerra creció como un cáncer, la guerra del golfo pérsico así lo ejemplifico. La humanidad entera la pudo ver por TV como un espectacular despliegue de tecnología, algo así como un juego de supera nintendo, el factor humano estuvo ausente. Lo mediático se empeño en esconder la realidad de angustia y muerte que sufrían las víctimas; pero con todo y eso la industria militar con altísima tecnología gasto millones de millones de dólares que podrían haber servido al bien del pueblo.
Es indiscutible que los jinetes fueron portadores de diferentes flagelos en este Pasado siglo 20, Veamos otros: Los campos de concentración del nazismo (Auschwits, Da chau) y las purgas sangrientas en el Gulag de Stalin. O la inmisericorde represión de los armenios y los curdos en el Cercano Oriente, el feroz exterminio de los budistas mahayanos de Tíbet, los crímenes de guerra de Vietnam, el salvajismo de Idi Amín y otros dictadores africanos y la limpieza étnica en Bosnia incluyendo la violación de mujeres, niños y ancian@s.
En toda América Latina el siglo pasado también nos dejaron terribles secuelas los jinetes (torturas tecnificadas, seguridad nacional), como olvidar la horrenda masacre cometida contra los cinco teólogos de la UCA en el salvador y de las mujeres que les ayudaban, lejos de contenerse con matarlos se ensañaron hasta mutilarlos totalmente y, sobre todo volarles los sesos. A uno de estos cerebros teológicos tiraron sus sesos como a un metro de distancia según las fotos publicadas en ese entonces. Todos estos hechos son flagelos de los jinetes que galopan nuestro mundo y muestran un desprecio total por la vida, una indiferencia fría ante el dolor ajeno y un vacio de valores alarmantes.
Quienes hoy defienden la guerra insisten en su lucha por la libertad, la democracia y los “valores occidentales”, según ellos los nobles ideales de la humanidad.
La guerra siempre se disfraza bajo el manto de una causa sublime, para desviar la mentira que es su verdadero sustento. En la guerra de Vietnam, el pentágono aprendió la necesidad de amordazar a los medios de comunicación para que el pueblo no conociera la verdad y, aplico una férrea censura en las invasiones a Granada, Panamá, en la guerra del golfo pérsico Irak, Afganistán, Libia, Siria etc.
La falacia de los seguidores de estos jinetes es creer en las soluciones militares, como si la fuerza diera la razón o matar a otros trajera el bien y la justicia.
Por supuesto que hay muchos más flagelos que ni siquiera son mencionados en el informe, pero yo me limite a los relacionados con la guerra porque creo que ello es total responsabilidad de la “modernidad” de este mundo y de quienes ostentan el poder. El galope o la paralización  de estos jinetes es responsabilidad humana, no del azar o del destino.







LOS FANTASMAS DE WIWILY


La tarde galopaba con su crin en desorden y yo me deje arrastrar por mis recueros e ilusiones de lo que Telmo me había  repetido hasta la saciedad sobre ese futuro soñado de prosperidad, riqueza y plenitud de vida según él  lo había estudiado y me lo había enseñado a mí.
Baje el barranco agarrado de las lianas, unas piedras se desgajaron y despertaron de su modorra a los garrobos que hacían la siesta después del banquete que se habían  dado de los cuerpos de los generales que Rafaela había vencido en la batalla por el control del último pozo de combustible de Wiwily.
El rio era reconfortante, un gran manso animal domestico, pero también era una criatura mítica; la gran serpiente con sus inmensas alas verdes y sobre cuyo lomo cabalgaría  en busca de ese sueño de progreso y felicidad. Ah si se deja montar sin rebotarse en angustiantes corcoveos cual brioso corcel, le pondría las bridas y así cabalgarlo a las tierras del interior.
Iba a horcajadas sintiendo la sensación de agua entre las piernas, el rio sostenía y llevaba su brisa contra la cara: Echo la cabeza hacia atrás, levanto los brazos, y sentada sobre el muelle se desperezo arqueando el cuerpo. Tenía el presentimiento de que los contrabandistas llegarían ese día y llegaron dando manotazos al aire porque ya ni se podía respirar casi todo lo habían vendido.
No sé cómo fueron siglos aquellos meses. Tania hecho una mirada a su alrededor y vio fantasmas brillantes, fosforecescentes caminar sobre la superficie con la piel llagada, fiebres altísimas, vómitos incontenibles. Más abajo había una fila de hombres y mujeres, todos ancianos como de siglos pasados esperaban turno para bañarse con la luz prometida por los traficantes: prosperidad, desarrollo, plenitud.


Esto es el CIELO, esto es el INFIERNO. Le pregunte ¿crees que puede volver? ¡No lo creo me dijo! La noche se me vino encima aplastándome hasta el aliento, me quede mirando las estrellas y deletreando la nostalgia.



Cuento: Los fantasmas de WIWILY.
Curso: Desarrollo: Visión prospectiva.
Profesor: BRYAN GONZALES.
Estudiante: Alfredo Saenz.
Universidad Nacional Heredia.
Instituto de Estudios Latinoamericanos IDELA.
15 de Junio de 2012

David Harvey: La crisis del capitalismo.

jueves, 21 de junio de 2012


Posneoliberalismo cuesta arriba. Los modelos de Venezuela, Bolivia y Ecuador en debate 
Pablo Stefanoni

Venezuela, Bolivia y Ecuador se han transformado para algunos en una suerte de «eje del mal» latinoamericano y para otros, en un «eje revolucionario». Sin embargo, un enfoque centrado en las políticas económicas y sociales efectivamente aplicadas permite rescatar los avances, ponderar las tareas pendientes y escapar de la inflación ideológica con la que a menudo se analizan estos procesos. El modelo de los tres países está basado en un Estado compensador, sostenido en los altos precios de las materias primas, que no obstante ha sido capaz –con diferencias– de aplicar políticas contracíclicas en un contexto de crisis internacional, al tiempo que se desplegaban diversos programas sociales, bajo la consigna de que ahora sí «hay patria para todos».

miércoles, 13 de junio de 2012

La ambición del relato



Un ensayo de Steven Millhauser
Modesto en sus pretensiones, tímidamente orgulloso de sus pequeñas virtudes


El relato ¡qué modesto en su andar! ¡Cuánta sencillez en sus maneras! Toma asiento discretamente, con los ojos bajos, como si intentara pasar desapercibido. Y si pudiera, de alguna manera, llamar la atención, diría rápidamente, en una valiente y tímida voz de ligero auto escarnio, al tanto de todas las posibilidades de la decepción: “No soy una novela, sabes. Ni siquiera una corta. Si eso es lo que estás buscando, no me necesitas.” Rara vez una forma ha dominado tanto a otra. Y entendemos, asentimos en señal de entendimiento: aquí en América, el tamaño es poder.


La novela es el Wal-Mart, el Increíble Hulk, el jumbo jet de la literatura. La novela es insaciable -quiere devorar al mundo. ¿Qué es lo que queda para el pobre relato? Puede cultivar su jardín, practicar la meditación, regar los geranios en las ventanas. Puede tomar un curso de escritura creativa de no ficción. Puede hacer cualquier cosa que quiera con tal que no olvide su lugar, con tal que permanezca quieto y fuera del camino. “¡Hoo ha!” grita la novela. “¡Aquí vengo!” El relato siempre está buscando refugio. La novela compra toda la tierra, corta los árboles, construye los condominios. El relato va dando de brincos por el jardín, se apretuja bajo la cerca.


Por supuesto hay virtudes asociadas con la pequeñez. Incluso la novela concederá eso. Las cosas grandes tienden a ser poco manejables, burdas, toscas; la pequeñez es el mundo de la gracia y la elegancia. Es también el ámbito de la perfección. La novela es exhaustiva por naturaleza; pero el mundo es inagotable; por tanto la novela, esa luchadora faustiana, nunca puede lograr su deseo. El relato, por otra parte, es inherentemente selectivo. Al excluir casi todo, puede dar perfecta cuenta de lo que permanece. El relato puede incluso reclamar cierta clase de redondez que elude a la novela -tras el primer acto de exclusión radical, puede incluir todo lo poco que ha quedado. La novela, cuando llega a recordar al relato, se contenta al ser generosa. “Te admiro,” dice, colocando sus grandes y toscas manos sobre su corazón. “En serio, eres tan… tan…” ¡Tan lindo! ¡Tan esbelto! “¡Tan refinado! Y listo, también. La novela difícilmente puede contenerse a sí misma. Después de todo, ¿qué diferencia hace? Es puro hablar. Lo que a la novela le preocupa es la vastedad, el poder. Muy en el fondo de su corazón desprecia al relato, que ocupa tan poco. No es de uso para la austeridad del relato, para su poco apetito, para sus negativas y renuncias. La novela quiere cosas. Quiere territorio. Quiere todo el mundo. La perfección es la consolación de aquellos que no tienen nada más.


Mucho mejor para el relato. Modesto en sus pretensiones, tímidamente orgulloso de sus pequeñas virtudes, un poquitín ansioso en relación con su desparpajado rival, se contenta con sentarse detrás y dejar que la novela se haga con el mundo. Y sin embargo, sin embargo. Esa pose tan modesta -¿me equivoco, o es un poco exagerado? Esas miradas de reojo -¿contienen un toque de astucia? ¿Podría ser que el pequeño relato se atreve a guardar expectativas propias? Si así es, nunca las admitirá abiertamente, debido a un constante hábito de secrecía alimentado por la opresión. En un mundo regido por presuntuosas novelas, la pequeñez ha aprendido a buscar su camino cautelosamente. Debemos intuir su secreto. Imagino al relato albergando un deseo. Lo imagino diciendo a la novela: Puedes tenerlo todo -todo-, todo lo que yo pido es un solo grano de arena. La novela, con un indiferente encogimiento de hombros, un encogimiento alegre pero despreciativo, concede el deseo.
El relato cree en la transformación. Cree en poderes secretos.


Pero el grano de arena es la escapatoria del relato. El grano de arena es su salvación. Tomo el ejemplo de William Blake: “Todo el mundo en un grano de arena.” 


Piensen en ello: el mundo en un grano de arena; lo que es decir, cada parte del mundo, no importa lo pequeña, contiene al mundo por entero. O para ponerlo de otra forma: si pones tu atención en alguna aparentemente insignificante porción del mundo, encontrarás, muy al fondo, nada menos que al mundo mismo. En ese solo grano de arena descansa la playa que contiene al grano de arena. En ese solo grano de arena descansa el océano que golpea la playa, la nave que navega el océano, el sol que ilumina la nave, las tormentas intelestelares, un cuchara de té en Kansas, la estructura del universo. Y ahí tienes la ambición del relato, la terrible ambición que yace tras su fraudulenta modestia: encarnar sucesivamente el mundo entero. El relato cree en la transformación. Cree en poderes secretos. La novela prefiere las cosas a la vista. No tiene paciencia para granos de arena, que brillan pero son difíciles de ver. La novela quiere arrasar todo con su poderoso abrazo -orillas, montañas, continentes. Pero nunca tendrá éxito, pues el mundo es mucho más vasto que una novela, el mundo huye a cada momento. La novela salta sin descanso de un lugar a otro, siempre hambrienta, siempre insatisfecha, siempre temerosa de llegar a su fin -porque cuando se detenga, exhausta pero nunca en paz, el mundo se le habrá escapado. El relato se concentra en su grano de arena, en la fiera creencia de que ahí -justo ahí, en la palma de su mano- yace el universo. Busca conocer al grano de arena de la misma manera que un amante busca conocer el rostro del amado. Busca el momento en que el grano de arena revele su verdadera naturaleza. En ese momento de mística expansión, cuando la macrocósmica flor brota de la microcósmica semilla, el relato siente su poder. Es más grande que él mismo. Y se vuelve aún más grande que la novela. Se vuelve tan grande como el universo. Ahí dentro reside la inmodestia del relato, su secreta agresión. Su método es la revelación. Su pequeñez es el agente de su poder. La pesada masa de la novela se descubre como la irrisoria imagen de la debilidad. El relato no se disculpa de nada. Exalta su cortedad. Quiere ser incluso más breve. Quiere ser una sola palabra. Si pudiera encontrar dicha palabra, si pudiera pronunciar dicha sílaba, el universo entero se dispararía de ella con un rugido. Esa es la indignante ambición del relato, su fe más profunda, la grandeza de su pequeñez.