UNIVERSIDAD NACIONAL
INSTITUTO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
IDELA
22 de junio del 2012
CURSO: Desarrollo
regional: Visión prospectiva
Profesor: BRYAN
GONZALEZ H.
Estudiante:
Alfredo Sáenz Chamorro
ANALISIS CRÍTICO DEL INFORME LUGANO
(Análisis
parcial del libro a partir de capitulo 7, LOS FLAGELOS)
Todas las fuerzas siniestras
representadas por los jinetes son poderosas realidades hoy también; esta imagen
jinetesca ha sido una constante en la historia de la humanidad.
A principios del siglo pasado
prevalecía una confianza muy optimista en el progreso humano, y muchos
esperaban que este sería el siglo delo desarrollo. En ese tanto el presidente
Wilson de los Estados Unidos, declaro que la primera guerra mundial era “la
guerra para terminar las guerras”. Sin embargo resulto todo lo contrario.
Así lo testimonian las dos
guerras mundiales más crueles en toda la historia humana; una sangrienta guerra
civil en Rusia, otra en España; una hecatombe atómica sobre Hiroshima y
Nagasaki; las guerras de Corea y Vietnam; las brutales dictaduras en América
Latina, con la Doctrina de Seguridad Nacional, e innumerables luchas armadas de
liberación alrededor del mundo. Con la caída del bloque soviético, después de
casi medio siglo de “guerra fría” y “guerra de baja intensidad”, se saludo con
ferviente entusiasmo el “nuevo orden mundial”, que pronto se convirtió en mas
guerra, conflictos regionales y tribales, limpieza étnica: Bosnia, Somalia,
Ruanda, Irán e Irak, y la cruel y sádica guerra del golfo pérsico. Para muchos
el siglo 20 se ha parecido mas a la gran tribulación, que al “milenio” de paz
que se esperaba.
En el transcurso del siglo 20 se
transformo cualitativamente la naturaleza de la guerra. En la primera guerra
mundial se introdujo el bombardeo aéreo no solo de objetivos sino también de la
población civil. No puedo olvidar que en mi país Nicaragua en la década de los
años 30s los aviones del imperio yanqui en la lucha contra Augusto Cesar
Sandino realizaron los primeros bombardeos en América Latina contra pueblos
indefensos: Chinandega y Ocotal.
A finales de la segunda guerra
mundial el mismo imperio lanzo bombas atómicas sobre ciudades Japonesas a las
que sometió a un cataclismo o infernal con consecuencias hasta el día de hoy.
En este proceso genocida del imperio yanqui se destacan dos consecuencias
relacionadas entre sí.
a.
La guerra se despersonaliza ya que las
víctimas de los ataques siempre son invisibles, los aviadores que ejecutan los
bombardeos nunca son conscientes del
sufrimiento que causan en la tierra, ellos han dicho que su tarea es
concentrase en las ordenes que reciben y en como escapar del fuego enemigo.
b.
La guerra moderna involucra a todos en
sus acciones, ya que todos pueden ser víctimas o potencialmente enemigos.
La guerra
siempre ha sido un magnifico negocio, ya vimos como la segunda guerra mundial
fue una de las principales causas de recuperación en la economía de USA después
del colapso económico de 1929.
En el siglo
pasado la industria de la guerra creció como un cáncer, la guerra del golfo
pérsico así lo ejemplifico. La humanidad entera la pudo ver por TV como un
espectacular despliegue de tecnología, algo así como un juego de supera
nintendo, el factor humano estuvo ausente. Lo mediático se empeño en esconder
la realidad de angustia y muerte que sufrían las víctimas; pero con todo y eso
la industria militar con altísima tecnología gasto millones de millones de
dólares que podrían haber servido al bien del pueblo.
Es indiscutible
que los jinetes fueron portadores de diferentes flagelos en este Pasado siglo
20, Veamos otros: Los campos de concentración del nazismo (Auschwits, Da chau)
y las purgas sangrientas en el Gulag de Stalin. O la inmisericorde represión de
los armenios y los curdos en el Cercano Oriente, el feroz exterminio de los
budistas mahayanos de Tíbet, los crímenes de guerra de Vietnam, el salvajismo
de Idi Amín y otros dictadores africanos y la limpieza étnica en Bosnia
incluyendo la violación de mujeres, niños y ancian@s.
En toda América
Latina el siglo pasado también nos dejaron terribles secuelas los jinetes
(torturas tecnificadas, seguridad nacional), como olvidar la horrenda masacre
cometida contra los cinco teólogos de la UCA en el salvador y de las mujeres
que les ayudaban, lejos de contenerse con matarlos se ensañaron hasta
mutilarlos totalmente y, sobre todo volarles los sesos. A uno de estos cerebros
teológicos tiraron sus sesos como a un metro de distancia según las fotos
publicadas en ese entonces. Todos estos hechos son flagelos de los jinetes que
galopan nuestro mundo y muestran un desprecio total por la vida, una
indiferencia fría ante el dolor ajeno y un vacio de valores alarmantes.
Quienes hoy
defienden la guerra insisten en su lucha por la libertad, la democracia y los
“valores occidentales”, según ellos los nobles ideales de la humanidad.
La guerra
siempre se disfraza bajo el manto de una causa sublime, para desviar la mentira
que es su verdadero sustento. En la guerra de Vietnam, el pentágono aprendió la
necesidad de amordazar a los medios de comunicación para que el pueblo no
conociera la verdad y, aplico una férrea censura en las invasiones a Granada,
Panamá, en la guerra del golfo pérsico Irak, Afganistán, Libia, Siria etc.
La falacia de
los seguidores de estos jinetes es creer en las soluciones militares, como si
la fuerza diera la razón o matar a otros trajera el bien y la justicia.
Por supuesto que
hay muchos más flagelos que ni siquiera son mencionados en el informe, pero yo
me limite a los relacionados con la guerra porque creo que ello es total
responsabilidad de la “modernidad” de este mundo y de quienes ostentan el
poder. El galope o la paralización de
estos jinetes es responsabilidad humana, no del azar o del destino.
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