sábado, 9 de junio de 2012

2012: Occidente se reinventa





Lo interesante de 2012 está en el hecho de ser una película que evidencia al colapso como tiempo-ahora, una catástrofe de enormes dimensiones. Resulta interesante cómo la película se encuentra ambientada, precisamente, en el año 2012, a escasos 3 años de su exhibición en los cines del mundo (noviembre 2009), lo que permite vislumbrar como lo inmediato es la esencia del cine catastrofista, como también se evidencia en películas como Armageddon (1998) y Deep Impact (1998). En otras palabras, la ciencia-ficción pasó de imaginar futuros lejanos a describir presentes que todavía-no-son, pero que son, en términos benjaminiamos “jetztzeit” (Tiempo ahora).

Es importante destacar que en la película, y en general este genero catastrofista del cine, el colapso mundial es algo completamente natural, al que estamos destinados irremediablemente. Siempre es un agente externo lo que nos amenaza: un meteorito, los rayos solares, extraterrestres. Imperando así la lógica inmunitaria que en términos sociales se refleja en “el/la otro/a amenazante”: los/as inmigrantes, los/as homosexuales, las mujeres, lo/as ateos/as, el/la islámico/a, el/la pobre, etc. Es una lógica inmunitaria que se refleja en casi que totalmente en nuestra vida cotidiana. Siempre hay algo y/o alguien que nos amenaza, y en un mundo que se hunde, esto nos transporta a un estado hobbesiano de “bellum omnium contra omnes”, lo que nos sumerge en una “espiral de obsesión inmunitaria”, que se reflejará en nuestra cotidianidad.

Al percibirse estas catástrofes como cuestiones externas y ajenas a la humanidad, lo que se hace es eximir a la humanidad de toda responsabilidad. “El sistema no tiene la culpa de lo que suceda con el ambiente”, “la naturaleza y el capitalismo se llevan de maravilla”. Pero nuevamente esta idea me lleva a una concepción de exclusión: “nosotros/as no somos el problema, son los/as otros/as los responsables”. Si bien la mayor parte de las catástrofes en la historia de la biosfera “fueron de origen endógeno, causadas por la propia evolución del planeta -lo que Margalef llama “la sombra oscura de Gaia”- (Agustí, 1996: 11), no podemos obviar el hecho de que hemos sido nosotros/as, con nuestra transhumancia histórica quienes hemos llegado a prácticamente acabar con la capacidad homeostática del planeta.

A pesar de una trama lineal, la cuestión del destino, se nos presenta una idea que vale la pena rescatar: la destrucción exponencial de las catástrofes que caracterizan al Colapso Mundial. La naturaleza no se comporta de forma lineal, por lo que las catástrofes ambientales no pueden ser comprendidas desde lo lineal, sino desde lo exponencial, en otras palabras las destrucciones, extinciones en masa, etc. se darán en lapsos cada vez más breves de tiempo, y con una fuerza destructiva cada vez mayor.

Otro elemento que caracteriza a esta trama lineal, es que sin importar que suceda, ya sea que un terremoto acabe con toda una ciudad, o que exploten volcanes, caigan edificios sobre sí, el héroe siempre sale ileso, sobrevive casi que de forma mágica, y esto recuerda a un anuncio comercial de cerveza, en el que un ciclista sufre un desperfecto con su bicicleta y cae por el precipicio, y tras el impacto de la caída, el ciclista despierta como si nada, luego un camión lo atropella y un meteorito cae sobre él, y él aún se levanta intacto, y esto por que la muerte estaba de fiesta.

Sin lugar a dudas la película está sobrecargada de un mensaje cristiano, que no sólo se reflejaría en la linealidad temporal que impregna la trama, sino también por sus simbolismos: la caída de la capilla sixtina, en la que la destrucción de “la creación de Adám” de Miguel Ángel, representaría una ruptura entre lo terrenal y lo divino, y junto a ello el castigo divino: el diluvio universal. Sin embargo, y a pesar de que lo religioso es un mecanismo inmunitario que nos permitiría comprender la immunitas que se instaura como norma en este mundo que se hunde, opto por analizar la película desde la metáfora del “bote salvavidas” (Y en este punto considero valioso rescatar la figura del trasatlántico que aparece en varias escenas de la película).

Ahora bien, por que según una máxima de este sistema “nada sale gratis”, y al igual que nos lo decía antes la iglesia católica con la figura del indulto: “la salvación tiene un precio” y en esta película nos lo dicen -el precio-, es ni más ni menos que 1 millones de euros, una cifra que prácticamente se nos hace inimaginable. Entonces, me pregunto ¿Quiénes se salvarán? O en términos más exactos, ¿quiénes podrán costear su salvación? Y, a diferencia del precio de la salvación que se nos presenta como inimaginable, quienes se salvarán nos resulta harto sencillo de imaginar: políticos/as -y no cualquier político/a-, sacerdotes, narcotraficantes, magnates y sus malcriados/as engendros que protagonizan programas como “mis súper 16” de la cadena MTV, mafiosos/as, dictadores sanguinarios y Carlos Slim como representante latinoamericano. El “resto” -dicho en forma despectiva-, hemos sido declarados/as “homo sacer”, y no es ya una cuestión de exclusión, sino más bien una cuestión final: un exterminio sistemático... “por el bien de la humanidad”.

De lo anterior resulta interesante destacar el asesinato de quien revele información sobre el proyecto y proteste contra el mismo, el argumento que esgrimen en la película está impregnado de la concepción schmittiana de lo político: una distinción entre amigo y enemigo. Son en última instancia: “los/as enemigos/as de la humanidad”, en otras palabras, son “individuos peligrosos” y por tanto debe ser penado irremediablemente con los recursos que se tenga a disposición, es decir: derecho penal del enemigo.

Cabe destacar que no habrá de qué preocuparse, no hay necesidad de sentir culpa, si bien han muerto, o están a punto de morir, prácticamente el 80% de la población mundial, lo más valioso de la humanidad, se salvará: la cultura. Pero no cualquier cultura será preservada, sino única y exclusivamente la cultura hegemónica: Picasso hace acto de presencia, a lo lejos se contempla al David de Miguel Angel haciendo su entrada triunfal al trasatlántico, mientras miles de millones de gentes, contemplan atónitos como serán arrasados por una enorme ola.

Ha muerto ya el 80% de la población mundial, es un problema menor en la trama, el problema ético de la película se da cuando, gracias al carácter exponencial de las catástrofes, el tiempo se ve mermado y quienes ya están abordo deciden cerrar todos los accesos, ahora sólo el 1% de la población (quienes ostentan el poder real) serán los/as elegidos/as para repoblar la tierra y reconstruir un mundo, que precisamente, fueron ellos/as quienes lo destruyeron. Sin embargo, no todos/as están de acuerdo, les parece inhumano dejar morir a las gentes que aún no lograron abordar -todos/as ricos/as y poderosos/as-, es una carga emocional con la que nadie puede cargar: la muerte de quienes ostentan el poder, NO de quienes ya murieron, estos/as son insignificantes: son vidas que no merecen ser vividas.

Por último, me gustaría destacar 2 elementos más: en términos políticos, resulta interesante el simbolismo que se nos presenta: la destrucción y hundimiento de EEUU y la proyección de China como la potencia que mantendrá las bases de este mismo sistema y, por último, el elemento más conservador de toda la película: tras el colapso mundial, la familia tradicional tal como la conocemos (papá, mamá, hijos/as, abuelos/as y la mascota) es salvada,  y más bien la situación que han sobrevivido, los vuelve a reunir. Es la societas perfectas la que se pretende salvar. Son ellos/as, los/as bellos/as, los/as moralmente puros/as, quienes se salvan: la amante con siliconas muere, el gordo mafioso muere... todos mueren, excepto la familia y los valores occidentales.

5 comentarios:

  1. Un análisis por demás sugerente nos ofrece sobre 2012, al respecto me agradaría sustraer la imagen final “todos mueren, excepto la familia y los valores occidentales”. Y de reglón seguido agregar que los vicios políticos son también sobrevivientes de primera clase.
    Así Oliver James Platt haciendo el papel de Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, asumirá la tarea de asesinar sistemáticamente, a quien hoce, tratar de revelar una verdad que tarde o temprano estallará en la cara. Científicos, académicos, directores de museos, viejos músicos de jazz, en fin… los seres más perversos y peligrosos del planeta tierra, serán vigilados, perseguidos y asesinados.
    De tal clase de personas salva el ficticio Carl Anheuser a la humanidad, dicho de mejor forma “sólo el 1% de la población” solo al 1% que tiene el dinero para tener la “Green Card”.
    Finalmente en la figura de Carl Anheuser se legitima las ejecuciones extrajudiciales, y la muerte de la democracia, en tiempos de crisis, ante el vació en las instituciones, el jefe de la casa blanca –un puesto sin representación- se asume como la persona a cargo. ¿A cargo de que?.
    Parece que a cargo de todo, bonita forma de iniciar el repoblamiento del planeta.

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  2. Me parece tan actual la salvacion que el sistema capitalista se esta dando asi mismo; esa es la familia y sus valorers occidentales de seguridad, crecimiento, acumulacion, explotacion y exclusion de quienes no son sus representantes.

    Eso lo acabamos de observar en el colapso economico del 2008, en Grecia y ahora en España. El capital salva al capital, toma los bienes del pueblo y se lo distribuyen entre ellos y a nadie mas confian su seguridad y salvacion que no sea de su propia parvada.

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  3. Esta es sin duda una película "impactante", no por sus efectos especiales, ni a su "excelente" guión, o sus actuaciones sin igual, sino por el manejo discursivo . El escenario mesiánico que se nos presenta en esta película no es nuevo, es recurrente en el discurso hollywoodense.

    Algo interesante es la incorporación del nuevo aliado: China. Se incorpora este personaje a la trama ya no como en el pasado donde era frecuente ver la representación china como el enemigo, sino como el socio intervencionista proveedor de la diosa de la era moderna: la tecnología salvadora ante la catástrofe... La geopolítica se reinventa, el juego de poder también.

    Lo menos alentador de todo esto, es que ese discurso ideológico esta fuertemente arraigado en nuestro subconsciente occidental, y nos es lógico y racional pensar en la catástrofe donde solo los "elegidos y los ganadores" se salvarán. Como lo dijo Slavoj Zizck es mas fácil para la sociedad actual pensar en el fin del mundo inminente que asumir un cambio en el sistema capitalista.

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  4. Como siempre Hollywood aprovecha los ciclos milenaristas y apocalípticos que han estado presente en la conciencia humana para capitalizar a su favor, generando un producto mediático altamente cargado de efectos especiales y de codificaciones estructurales y morales, acorde con el correspondiente modelo social imperante, tendiente a mantener las condiciones dentro de los parámetros ya no de lo deseable, sino de lo real.
    Como ha sucedido en muchas ocasiones, un legado cultural de un pueblo del pasado es retomado desde un vaciamiento de todo su contenido estructural, simbólico y analítico, para ser presentado como un referente de la cultura occidental y de los temores de la misma, un producto que permite exacerbar los mayores temores de la humanidad sobre el fin de su existencia material, pero que sin embargo no cuestiona las verdaderas razones propias de esa hecatombe, y mucho menos permite concretar al final de la misma una autocrítica, desde la cual generar posibles soluciones o respuestas a los acontecimientos que se temen.
    De igual manera, se retoma un análisis de la construcción del mundo y de su desenvolvimiento de una civilización como la maya, de la cual a nivel general el mundo occidental tiene un desconocimiento total, razón por la cual las lecturas que se realizan de su cosmovisión y del desarrollo del mundo como estos la planteaban, en muchas ocasiones son simples aseveraciones hipotéticas y aproximativas, que en mucho ni siquiera se acercan a las verdaderas condiciones de las mismas. Sin embargo es parte de la moralidad propia de nuestra era o época, ya que es más fácil desviar la atención real de lo que sucede en nuestro planeta, con lo cual evito asumir una posición de autocrítica y cambio, dejando en explicaciones extraterrenas y mitológicas las verdaderas responsabilidades del estado actual de la situación. Es más barato para las corporaciones transnacionales, así como para los gobiernos mundiales responsabilizar a los mayas del fin de la humanidad, que dejar de percibir las ingentes ganancias generadas por un modelo económico basado en la exacerbación de la producción y el avance continuo del progreso de la humanidad.
    Me parece muy interesante como a pesar de que el mundo inicia un nuevo período, la tecnología humana está ahí para superar la crisis y perpetuar la especie humana, la cual sobrevivirá para regenerarse y continuar. No importa los avatares y calamidades que se infrinjan al planeta, ya sea por nuestros actos o por los designados por una profecía, el progreso es continuo y ahí estaremos para continuar.
    Pero el discurso es real, no será toda la humanidad la que llegará a ese nuevo estadio humano, ni aquellos seleccionados por sus condiciones naturales sobrehumanas, propias de una selección natural. Llegarán los que posean el poder político mundial y los que hayan sido lo suficientemente competitivos en el mundo de los negocios para poder acaparar la suficiente riqueza para comprar una bula terrenal.

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  5. Segunda parte

    Pero la capacidad de respuesta a las condiciones de destrucción ya no recaen en los estados centrales, los cuales son simples guardianes del status quo, las fuerzas de represión de las poblaciones desesperadas. En la película queda muy claro como son las corporaciones las que controlan los mecanismos y las redes de producción de la tecnología para generar las posibles herramientas de salvación, por lo tanto la única función estatal es utilizar sus fuerzas de élite e inteligencia militar para controlar las fugas de información y evitar el caos general. De igual manera, los estados son incapaces de financiar verdaderos proyectos de gestión de la crisis, todo recae en la inversión privada, que capta los recursos del sector independiente para desarrollar el programa de las arcas.
    Como era de esperarse la humanidad es entendida como las grandes potencias que deciden el futuro del resto de los habitantes del planeta, son ellas las que deciden quien se salvará y quien no, son ellas las que controlan hasta el final los medios masivos de comunicación y de transmisión de información. El concierto de las naciones y sus ciudadanos no existen, las personas que existen y son importantes son aquellas que participan de los goznes de la riqueza mundial y que en su mayoría pertenecen a las poblaciones occidentales adelantadas o a sus socios comerciales del mundo periférico. Ningún estado menor tiene ni en la parodia de la película, ni en la realidad geopolítica estratégica, más que el rol de un simple títere que se mueve a las órdenes del titiritero, el cual decide cuando ha dejado de ser importante y es necesario que desaparezca por completo de escena.
    Por supuesto el amor sobrevive, los héroes de la nueva etapa de la humanidad en el día 27 del año primero son las parejas mono gámicas, donde prevalece el amor eterno que se sobrepone a todo y al principio de los nuevos tiempos es la base de la humanidad. Pero interesante, las parejas no se mezclan, mantenemos la tácita división que aunque se ha ido desestructurando, aún en los E.U.A. es norma, por lo tanto la mujer caucásica termina con el hombre caucásico; el héroe que guía a su familia por el mundo y la salva, anteponiendo su gallardía y virilidad masculina a los avatares del destino, el hombre blanco indestructible que guiará a la humanidad a una nueva era.

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