
“V for Vendetta” concentra una
cantidad de temáticas: control fascista, experimentación “científica” con
humanos, complicidad ciencia-fascismo-catolicismo, aniquilación de la memoria
histórica, persecución política y religiosa, control mediático, miedo,
homofobia, xenofobia, Estado de Excepción, etc…
El enmascarado “V” a quien
nunca vemos su rostro; pero conocemos su historia como recluta para la
experimentación científica del régimen fascista, puede ser cualquiera de
nosotros. Quienes una vez ingresados en este recinto somos desnudados, rapados,
uniformados y sujetos de todo tipo de vejaciones en nombre de la ciencia y en
beneficio de la humanidad como lo “creía” la Dra. Delia del Centro de Detención
de Larkhill donde “V” fue prisionero.
A muchos seres humanos nos
indigna las acciones a las que fue sometido “V” o luego en forma ficticia/real
Evey. Sin embargo, aún se está muy lejos de sentir el mismo nivel de
indignación y acción cuando grandes transnacionales de la cosmetología y la
“salud” realizan experimentación con animales para que las mujeres,
principalmente, en una sociedad machista y falocéntrica puedan lucir cabelleras
lacias y rubias, pieles de porcelana y bustos y traseros que satisfagan los
ideales occidentales de belleza y excitación contemporánea.
De igual manera, se alían en
esta encrucijada de control fascista el gobierno, la ciencia, los medios de
comunicación y la iglesia católica. No es coincidencia como dice “V”, “No existe coincidencia, solo la ilusión de
coincidencia”, que sean un militar-comentarista de televisión (Comandante
Prothero, La Voz de Londres), una científica (Dra. Diana Stanton cuyo nombre
cambio por Delia) y un sacerdote pedófilo Lilliman (ascendido a Cardenal) las
personas asesinadas por “V”.
Esta alianza es clave para
maquillar/ocultar/invisibilizar/purgar y borrar de la memoria colectiva
(imaginario colectivo, historia oficial) y de los archivos estatales. Es decir,
los tres agentes actúan para conseguir un régimen de control totalizante.
Los “señaladores” que
interceptan a Evey tras el toque de queda forman parte de la maquinaria que
vigila el cumplimiento del poder incólume e incuestionable del régimen fascista
y toma en sus manos el ejercicio del poder intentando abusar física y
sexualmente de la joven.
Estos señaladores son carne
vive del régimen que restringe, vigila, golpea, viola y asesina. Un régimen que
engaña y presenta la restricción como condición de seguridad ¿Seguridad de
qué?, ¿Seguridad para quién? Cuando Evey intenta defenderse los señaladores
consideran que ella los amenazó y ese les da derecho a ejercer su discreción
judicial (al amparo de la Ley y el Orden), en tanto, lo que ellos perpetraban
contra la joven no entra en ningún canon de abuso de poder, ellos solamente
seguían órdenes de sus superiores.
En el régimen fascista toda
acción y sujeto fuera de la norma deben ser aniquilados. De ahí el miedo, el
estado de vigilancia (intercepción de llamadas para conocer y manipular la
“opinión pública”), el control permanente en la calles (toque de queda) y
através de los medios de comunicación que son controlados por el régimen
(fabricación de noticias, diseño fascista de la Agenda Setting).
En la historia oficial y los
registros estatales desaparece toda información sobre el Centro donde fue
prisionero “V” y muchos más seres humanos que murieron como víctimas de
experimentación científica. Sin embargo, la historia de Evey no desaparece para
los que ejercen el poder de Estado.
Es decir, hay quienes desde su
posición de poder hegemónico ejercen el monopolio para manipular la historia a
su antojo. Evey además de ser identificada como cómplice del terrorista “V” es
identificada como una amenaza para el régimen por sus antecedentes familiares.
Es hija de una pareja de activistas políticos en contra de lo ocurrido en el Centro Educativo Saint Mary´s y el
virus que habían llevado al hermano de Evey a la muerte y 178 personas más. Por el ejercicio de su derecho
a la protesta, los padres de Evey fueron asesinados por el régimen.
Es decir, Evey podría haber
heredado, desde el punto vista biopolítico, el gen de lucha y protesta de sus
padres. Más ahora trabajaba junto a un terrorista enmascarado.
Por su acción fuera de la ley,
“V” es considerado un terrorista. Su irrupción al detonar el Edificio Bailey
(los tribunales) haciendo alusión a la falta de justicia y los impostores que
están en su lugar. Este hecho debe ser borrado ante la opinión pública y el
terrorista debe ser perseguido y capturado por la oficialidad. No se puede
permitir que un evento de este tipo altere el comportamiento y las normas
sociales o incite a otros a romper y revelarse contra el orden establecido,
debe contenerse cualquier amenaza de caos. Para el Canciller Adam Sutler “las
dudas sumergirán a la sociedad en el caos y no se puede permitir eso”.
La prensa, la tv… presenta la
demolición como un acto de emergencia, donde especialistas apoyan la versión.
Esto es un ejemplo de cómo los títulos universitarios y la condición de
“especialistas” se convierte en una herramienta de legitimación de las
“realidades” fabricadas. También el líder fascista indica que esos edificios
son símbolo de la decadencia del pasado y por eso deben ser demolidos. Sin
embargo, el asunto se sale de control, “V” toma la televisora da un mensaje en
cadena a todo Londres, posiciona la importancia de recuperar la memoria del 5
de noviembre, los conceptos de justicia y libertad, y nuevamente los medios manipulan
al pueblo indicando que tras una valiente y rápida acción de la policía se
detuvo al terrorista, cuando realmente fue una persona del crew de la
televisora la que murió.

“V for Vendetta” también
denuncia el Estado totalitario y de control al que es sometido el pueblo,
mientras que las capas altas del poder fascista se atiborran de lujos y otros
elementos que se han convertido en lujos a la gente por su restricción, por
ejemplo la mantequilla que “V” “hurtaba” al Calciller.
Este régimen de control
también satanizaba e intentaba aniquilar de la sociedad todo aquello que a sus
ojos era despreciable como los homosexuales y los inmigrantes. De ahí, que se
cuente la historia Valerie, una chica lesbiana que por este motivo fue
prisionera como “V”, en el Centro de Detención de Larkhill, y cuya historia
conocerá Evey durante su encierro. También el presentador de televisión,
Gordon, al que recurre Evey tras el episodio con el Cardenal, expresa que Evey
sería uno de sus menores problemas.
Gordon es homosexual y tiene
en su poder varios elementos prohibidos: el Corán y una pintura de “Dios Salve
a la Reina”. Es decir, las expresiones político-artísticas fuera de los cánones
establecidos por el régimen son de carácter terrorista.
También es importante resaltar
una pregunta que Evey realiza a “V” ¿Consideras que volar el Parlamento pueda
transformar este país?, el indica que es una oportunidad debido a que el
edificio es un símbolo al que la gente le da su significado, así el acto de
destruirlo también es un símbolo. Esto hace referencia al rol de los simbólico
en la vida social. A la vez se plantea el dilema de si la violencia puede
servir para un bien.
Pese a esta encrucijada “V for
Vendetta” muestra como un régimen como el fascista hace de la xenofibia,
homofobia y racismo su razón de Estado.
En la película ocurren dos
escenas que intentan, a mi criterio, mostrar el carácter sistemático del
régimen. Me refiero a la escena donde Evey siendo una niña y luego una adulta
presencia escondida bajo una cama la captura de su madre primero y de su
compañero de Gordon Dietrich después. Es una suerte de advertencia donde toda
rebelión contra el orden establecido será desaparecido y aniquilado, no importa
cuantas veces debe realizarse.
Sin embargo, la captura
ficticia de Evey ejecutada por “V” es una muestra del miedo que atraviesa el
régimen de control fascista. La puesta en escena de la captura y el secuestro
es incuestionable por la personaje. El rapado de cabezas, la uniformización, el
encierro, los interrogatorios son completamente creíbles, hasta que la puerta
se abre y los vigilantes no son más que un maniquí.
El miedo es un elemento clave de control, la
gente está dispuesta a ceder sus derechos fundamentales como la libertad a
cambio de la seguridad. Este discurso de la seguridad enceguece toda
posibilidad de cuestionamiento y disidencia y es la clave que el permite al
partido conservador y en concreto a Sutler alcanzar la meta de su proyecto: el
poder de un solo hombre y el dominio hegemónico.
Pese a las importantes
críticas que Moore y Lloyd plasman en la serie gráfica debo señalar un aspecto
que si bien es parte de la personalidad violenta de “V” desde mi perspectiva
denota una posición egocéntrica y adultocentrista. Me refiero a la secuencia
del secuestro de Evey por parte de “V”, donde este personaje toma en sus manos
la potestad de “hacerle ver” a Evey la realidad a la que él estuvo sometido.
Como lo indica en su presentación con Evey en el callejón, él interpreta el
papel de victima y victimario; pese a que sus intenciones puedan ser muy
distintas.

Lo que me parece rescatable y
pese a que la película presenta una visión prospectiva de una Inglaterra
fascista. Los distintos elementos presentes en el Comic y en la película están
presentes en nuestras sociedades actuales: el miedo, la lucha contra el
terrorismo, el control y la vigilancia, el control mediático y la manipulación,
la experimentación con seres humanos, la complicidad de las iglesias, la
desaparición de activistas políticos, etc.
Es decir, desde hace ya varios
años estamos viviendo esta visión prospectiva y nos encontramos como muchos de
los habitantes de Londres asustados, conformes y cediendo nuestros derechos
fundamentales frente a los miedos creados desde el poder hegemónico.
Referencia:
Silver, Joel (Productor);
McTeigue, James. (2007). V for Vendetta [Película]. USA: Warner
BROS – DC Comics (prods.).
Aunque hay algo que no me queda claro, ¿V es racista? hay cosas que parecen que si, a no ser que hable metafóricamente en boca de los otros.
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